sábado, 20 de junio de 2009

Violencia doméstica

La dispensa de la obligación de declarar por la víctima contra su agresor: conclusiones del CGPJ.

La aplicación del art. 416 LECrim en el ámbito de la violencia doméstica y de género está creando en la práctica diversos problemas. Este tipo de delitos se comete en la mayoría de los casos, en el seno privado del domicilio familiar, en el que la principal prueba de cargo -muchas veces es la única prueba- suele ser la versión de la propia víctima recogida en la denuncia o durante la instrucción. Pero sucede con frecuencia, que en el acto del juicio oral, la víctima decide acogerse a la dispensa que le brinda el art. 416 de nuestra norma procesal penal, para no declarar contra su agresor, por su relación matrimonial o de pareja, por múltiples razones (reconciliación, miedo a represalias, efecto de la situación sobre los hijos ...).El porcentaje de mujeres maltratadas que se amparan en este artículo para negarse a declarar en el plenario es importante y se está elevando cada vez más. Sin embargo, esto no quiere decir que se tenga que dictar de forma obligatoria sentencia absolutoria, ya que si existen otras pruebas que corroboran la existencia de la agresión, podrá tenerse por enervada la presunción de inocencia, aunque es inviable que se proceda a la lectura de declaraciones, como se ha venido proponiendo.

1 comentario:

  1. ¿Y qué conclusión sacamos, valga la redundancia, de ésta conclusión del CGPJ?
    Sometemos al varón a la tortura inquisitorial?
    Sometemos a la mujer a dicha tortura? (Por cierto algunas integrantes de la famosa unidad policial de apoyo a las víctimas de la mal llamada "violencia de género" la practican con descaro, maltratando psíquicamente a la victima con presiones rayando en lo coactivo, para que denuncien a su pareja/cónyuge, y así lo manifiestan muchas, tremendamente molestas y enfadadas con tal proceder, ya que se siente minusvaloradas, como si fueran niñas o incapaces, y por ello objetos de tutela forzosa).
    O, simplemente y es mi opción, derogamos esa ley y redactamos otra en que el sentido común vuelva a imponerse.

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